Alumnado 3º Diversificación
Educación Vial
27 noviembre 2013
Hoy es una fría y soleada mañana de otoño. Los alumnos de 3º Diversificación y su tutora, Leonor, salen del instituto y se ponen en camino para participar en las actividades de Educación Vial que el Centro de Control de Tráfico ha organizado para alumnos de secundaria.
Como hay que atravesar casi toda la ciudad, aprovechamos y vamos parando para disfrutar de su belleza: el parador de San Marcos está impresionante con esta luz y el paseo arbolado de la Condesa ofrece sus colores de otoño a la vista del paseante. Nos distraemos observando cómo los jardineros del ayuntamiento cortan el césped, recogen las hojas secas que se han caído ya y podan los árboles...hay mucha actividad. Llegamos, tranquilamente, a Paseo de Papalaguinda, que no se acaba nunca; pero no importa. Decidimos parar en la zona donde los jóvenes suelen practicar skate y nos sentamos a tomar un tentempié, consistente en empanada de atún, zumo de naranja y chocolate. Con energías renovadas, recorremos el último tramo que nos llevará a nuestro destino.
Nos aguardan dos miembros de la policía que, tras darnos la bienvenida , nos explican que el edificio era el antiguo orfanato ferroviario, nos enseñan parte de las instalaciones y por último nos conducen a la sala de monitores. Nos invitan a sentarnos y nos cuentan que unas 50 cámaras controlan las principales calles y la zona histórica. Desde esta sala ven también en qué lugar exacto está cada policía en cada momento, de tal modo que si ocurre un accidente, por ejemplo, avisarán a los agentes que estén más cerca. Los zoom son tan potentes que se pueden leer las matrículas de los coches que circulan, ver el callejero que está consultando un turista o reconocer a los profesores y alumnos de nuestro instituto que salen en el recreo a la calle, ¡hola Otilia! ¡hola Robert! Después nos dejan hacerles preguntas y nos cuentan algunas curiosidades de su trabajo.
Ha sido tan ameno que se nos pasa el tiempo volando. Nos despedimos de ellos y desandamos nuestros pasos hasta llegar a la plaza de Guzmán el Bueno; como "nos gusta León", decidimos cambiar de rumbo y meternos de lleno por Ordoño para ver lo animado que está el centro a esas horas inusuales para cualquier escolar. Finalmente nos plantamos delante de la fachada del Sánchez y saludamos a la cámara que nos observa desde la rotonda. Entramos sonriendo, seguro que nos han reconocido.
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